lunes, 7 de enero de 2008

HABLA A TUS HIJOS ACERCA DEL SEXO

Una función importante de los padres es hablar a sus hijos acerca del amor, la intimidad y el sexo. Los padres pueden ser una gran ayuda para sus hijos si crean una atmósfera positiva en la que se pueda hablar sobre estos temas. Los niños y adolescentes necesitan información y dirección de sus padres para poder tomar decisiones saludables y apropiadas respecto a su comportamiento sexual. Sin embargo, muchos padres evitan o posponen esta discusión.

Hablar sobre sexo puede ser muy incómodo tanto para los padres como para los hijos. Los padres deben responder y al nivel de curiosidad que cada niño tiene en particular, ofreciendo toda aquella información que el niño pregunte y tenga capacidad de comprender. Puede ser de mucha ayuda pedir consejo a psicólogos, pedagogos, pediatras, médicos de familia o cualquier otro profesional de la salud. Los libros que usan ilustraciones o diagramas pueden ayudar en la comunicación y el entendimiento.

Los niños tienen distintos niveles de curiosidad y de comprensión dependiendo de su edad y madurez, y a medida que crecen preguntarán más detalles acerca del sexo. Muchos niños tienen sus propias palabras para las partes del cuerpo. Es importante utilizar las palabras que ellos conocen y con las que ellos se sienten más cómodos, de manera que sea más fácil hablar con ellos. Un niño de cinco años puede conformarse con la respuesta sencilla de que los bebés vienen de dos semillas, una del papá y otra de la mamá, que se juntan en una sola que crece en un sitio especial dentro de la madre que hace que el bebé comience a crecer. Un niño de ocho años puede querer saber cómo la semilla del papá llega hasta la semilla de la mamá. Los padres pueden entonces hablar acerca de cómo la semilla del papá (espermatozoide) que viene de su pene se combina con la semilla de la mamá (huevo) en el útero. Entonces el bebé crece dentro del útero de la mamá durante nueve meses hasta que está suficientemente fuerte para nacer. Un niño de once años puede querer saber aún más y los padres pueden hablarle acerca de cómo un hombre y una mujer se enamoran y deciden tener relaciones sexuales.

Es importante hablar sobre las responsabilidades y consecuencias de tener una vida sexual activa. El embarazo, las enfermedades de transmisión sexual y los sentimientos o emociones acerca del sexo son temas importantes que deben ser discutidos. Hablar con los hijos puede ayudar a que tomen las mejores decisiones sin sentirse presionados a hacer algo sin estar preparados. Si se consigue que los niños entiendan que estas decisiones requieren madurez y responsabilidad, se aumentará la probabilidad de que tomen decisiones correctas.

Aunque los adolescentes acostumbran a hablar sobre sexo, citas y relaciones amorosas, quizás necesiten ayuda para comprender la intensidad de sus emociones sexuales, la confusión que sienten respecto a su identidad sexual, o su comportamiento sexual en una relación. Las preocupaciones acerca de la masturbación, la menstruación, las medidas anticonceptivas, el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual son comunes. Algunos adolescentes también se enfrentan a conflictos entorno a los valores familiares, religiosos o culturales. la comunicación abierta y la información precisa que brinden los padres aumentará la probabilidad de que los adolescentes retarden la práctica sexual y que usen los métodos anticonceptivos apropiados una vez comience su vida sexual.

Aquí van unos indicaciones que nos pueden ayudar cuando hablemos con nuestros hijos de estos temas:

  • Estimulemos a nuestros hijos a hablar y a hacer preguntas.
  • Mantengamos una atmósfera relajada y libre de críticas para las discusiones.
  • Utilicemos un lenguaje que se entienda y haga que los niños se sientan cómodos.
  • Tratemos de determinar qué nivel de conocimiento y entendimiento tienen nuestros hijos.
  • Mantengamos el sentido del humor y no tengamos miedo de hablar sobre la propia incomodiad.
  • Establezcamos la relación entre el sexo y el amor, la intimidad, el hacerse cargo de los otros y el respeto propio y por su pareja.
  • Compartamos abiertamente los valores y las preocupaciones con nuestros hijos.
  • Discutamos la importancia de la responsabilidad al tomar decisiones.
  • Ayudemos a nuestros hijos a considerar los puntos a favor y en contra de sus alternativas.